El cabello es una de las partes de nuestro cuerpo que más influye en nuestro aspecto físico, en cómo nos vemos y nos ven los demás, no hay más que pensar en el día que nos cortamos el pelo y en cómo se fija todo el mundo y nos hace comentarios. Por eso, si tenemos el pelo mal, nuestro ánimo también se resiente, la expresión inglesa Have a bad hair day (tener un mal día de pelo) lo expresa muy bien, se refiere a uno de esos días en que te sientes mal sin saber por qué, te ves feo, estás desanimado… Según un estudio del Instituto de Tricología de Reino Unido, el 95% de las mujeres y más del 81% de los hombres admiten que la salud capilar afecta a su estado anímico. De hecho, la pérdida de pelo, sobre todo si se produce a edades relativamente tempranas, suele afectar mucho psicológicamente.
¿Qué dice nuestro cabello?
El pelo es el espejo de nuestra salud, tanto física como mental, por lo tanto, si notamos que se cae más de lo habitual o está apagado, quebradizo, debemos escucharlo porque puede estar indicándonos que algo no está funcionando todo lo bien que debería: alguna carencia en nuestra alimentación, estrés, cansancio o, en algunos casos puede ser síntoma de alguna enfermedad o un efecto de la toma de algún medicamento.
¿Cómo podemos responder?
Para saber qué está ocurriendo con tu cabello, lo primero es acudir a un experto para hacer un diagnóstico capilar que indique la causa y poder aplicar el tratamiento adecuado. Cualquier problema capilar, incluso la caída, tiene solución siempre que se actúe a tiempo.
Si te preocupa el estado actual de tu cabello ponte en contacto con nosotros, estudiaremos tu problema, aplicaremos la solución adecuada a tu caso y haremos un seguimiento de la evolución.