El picor en el cuero cabelludo puede ser muy molesto y perdurar en el tiempo si no se diagnostica la causa.
Igual que es resto de nuestra piel, el prurito puede deberse a sequedad por falta de hidratación o por la sequedad ambiental, temperaturas extremas y también debido al proceso de envejecimiento; en las mujeres, la menopausia puede producir sequedad y por tanto picor y también en el embarazo o durante la menstruación.
Cuando nos pica, tendemos a rascarnos y entramos en un círculo vicioso porque al rascarnos provocamos más irritación e inflamación y por lo tanto más picor. Además, podemos producirnos heridas y descamaciones que pueden infectarse.
Las causas más comunes de picor en el cuero cabelludo son:
- Dermatitis seborreica que se manifiesta con escamas blancas o amarillentas en el cuero cabelludo y picazón. Afecta también a otras zonas corporales.
- Psoriasis: placas rojas cubiertas de escamas plateadas, picazón, y a veces dolor.
- Caspa: es la causa más común de descamación seca del cuero cabelludo y produce picor.
- Eccema (dermatitis atópica: parches secos, enrojecidos y con picazón.
- Infecciones por hongos: picazón intensa, áreas rojas y escamosas.
- Tiña de la cabeza: puede ocasionar parches escamosos secos entre el pelo o de una apariencia clásica de anillo rojo y sensación de picor.
- Pediculosis (piojos): picazón intensa, sensación de cosquilleo.
- Alergias o irritaciones: picazón después de usar ciertos productos como tintes o productos de higiene inadecuados para nuestro tipo de piel y cabello.
- Sequedad del cuero cabelludo: picazón, descamación fina.
- Estrés: picazón sin una causa física aparente.
- Quemaduras solares causadas por una exposición prolongada al sol, pueden producir picor y escozor.
- Enfermedades como hipotiroidismo, lupus, algún tipo de diabetes, herpes zoster.
¿Qué hacer para prevenirlo?
- Si notamos picor continuado en la cabeza, lo primero que debemos hacer es acudir al especialista que determinará la causa y prescribirá el tratamiento adecuado.
- Para evitar la sequedad de nuestra piel debemos estar bien hidratados. Es aconsejable beber en torno a dos litros de agua al día, repartidos a lo largo de toda la jornada.
- Es fundamental cuidar la alimentación y tener una dieta variada rica en vegetales y proteínas que aseguren los nutrientes necesarios a nuestra piel y cabello.
- Es importante también la higiene y lavarnos el pelo regularmente con los productos que nos indique el especialista y, siempre evitando aquellos que hayamos notado que nos producen prurito.
- Debemos evitar lo más posible secarnos el cabello con secadores a alta temperatura para evitar la irritación del cuero cabelludo.
- No hay que olvidar el deporte y practicar actividades que nos ayuden a controlar el estrés y la ansiedad.
Ante cualquier síntoma, no dudes en consultarnos, estudiaremos tu caso y te recomendaremos el tratamiento adecuado.
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