Costra láctea en los bebés

La costra láctea es una afección inflamatoria muy común en los bebés que aparece en las primeras semanas de vida y suele desaparecer por sí sola al cabo de unos meses, aunque puede mantenerse hasta 1 o 2 años de edad. También se conoce como dermatitis seborréica del lactante.

Provoca la aparición de placas escamosas secas o aceitosas en el cuero cabelludo que no producen dolor ni picazón, también pueden aparecer en las cejas, las pestañas, la nariz, las orejas y a veces en la zona del pañal, la nuca y las axilas. No se trata de ninguna patología grave ni se trata de una enfermedad contagiosa.

No se conoce con exactitud la causa que la produce, las hormonas maternas que quedan circulando en la sangre del bebé después del parto activan las glándulas sebáceas y estas empiezan a producir sebo, también puede deberse a una levadura (hongo) denominada Malassezia. En ningún caso es debida a una mala higiene como era la creencia popular hace años.

Síntomas

  • Escamas gruesas amarillentas y grasientas en el cuero cabelludo del bebé, costras adheridas al cuero cabelludo y zonas escamosas y peladas.
  • Las escamas también se pueden encontrar en los párpados, las orejas y alrededor de la nariz.
  • En algunos casos enrojecimiento, sangrado o supuración.

Cómo tratar la costra láctea

Normalmente no requiere tratamiento médico ya que desaparece sola al cabo de unas semanas, pero se pueden seguir algunas pautas para ir eliminándola poco a poco:

  • Lavar el cabello del bebé a diario con un champú suave de los indicados para los primeros meses y masajear suavemente el cuero cabelludo con las yemas de los dedos.
  • Cepillar con un cepillo de cerdas suaves (puede ser un cepillo de dientes de los más suaves) que no arañe el cuero cabelludo, para ir removiendo las escamas. El cepillado debe hacerse en el sentido del crecimiento del cabello y puede repetirse varias veces al día.
  • Si las escamas no se desprenden con facilidad, aplicar un aceite (de almendras, por ejemplo) o vaselina y dejar actuar unos minutos para que las escamas se empapen bien; cepillar suavemente y después lavar el cabello con champú suave.

Si se producen secreciones o sangrado o el bebé presenta síntomas de incomodidad, picazón… el pediatra será el que deberá indicar las pautas a seguir en cuanto a cuidados y tratamiento. En ningún caso deben utilizarse productos de tratamiento que puedan irritar la delicada piel del bebé sin prescripción médica.

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