
Los cambios bruscos de temperatura que experimentamos en la época invernal (pasamos en pocos minutos de temperaturas muy bajas en la calle al calor seco de los recintos cerrados), la humedad y el frío, pueden favorecer la aparición de caspa, que sin embargo tiende a mejorar en verano. También es frecuente que aumentemos la temperatura del agua para lavarnos el cabello, que recurramos con mayor frecuencia a los secadores de pelo o utilicemos gorros y sombreros, lo que puede contribuir a empeorar el problema.
La caspa seca es una descamación excesiva del cuero cabelludo que se manifiesta generalmente con sensación de picor y con las típicas motitas blancas, que no son más que restos de piel seca que se desprenden del cuero cabelludo y nos resultan tan frustrantes cuando se posan en nuestra ropa, dejando ese característico manto blanco. Cuando hay caspa, el cabello suele estar también apagado y seco.
También existe la caspa grasa, que produce escamas más grandes de color amarillento mezcladas con sebo -ya que su aparición está relacionada con la producción excesiva de grasa por las glándulas sebáceas- que se adhieren al cuero cabelludo, sobre todo en la zona frontal y de la nuca.
Normalmente, la caspa de uno u otro tipo desaparece con el uso de productos adecuados, como los que hemos desarrollado en SG Centros Capilares específicos para caspa, y siguiendo las pautas del especialista.
Si tienes caspa, no dudes en consultarnos; pide tu cita en nuestro centro de Guadalajara o Alcalá de Henares para que hagamos un estudio de tu cuero cabelludo que nos permita determinar el tipo de caspa y recomendarte el tratamiento adecuado.
Y ya sabes, decir adiós a la caspa es posible en SG Centros Capilares.