El cabello con el que nacen los bebés no es su cabello definitivo y, en realidad, no se trata de cabello propiamente dicho, es una capa de vello que recubre todo el cuerpo durante el embarazo para proteger al feto del líquido amniótico. Normalmente es una pelusa de color oscuro que se forma al comienzo del segundo trimestre de gestación y se va cayendo poco a poco para dar paso al pelo definitivo.
Aproximadamente hacia los dos años le habrá salido al bebé todo su cabello, por lo que no es raro ni preocupante que no tenga pelo hasta esa edad. En este momento ya podemos ver cómo será el color y la forma definitiva de su cabello que, como el resto de los rasgos físicos, dependerá de la herencia genética: moreno, rubio, liso o rizado o, el más raro de todos, pelirrojo.
Lo cierto es que el cabello crecerá a su ritmo, diferente en cada bebé, y no es cierto que si lo cortamos o afeitamos crezca más fuerte, la cantidad de pelo que vaya a tener en el futuro dependerá también de los genes.
¿Cómo debemos cuidar el pelo del bebé?
Como ocurre con el resto de la higiene del bebé, lo importante es tratarlo con “mimo”, lavándolo suavemente de forma periódica para mantener la cabeza siempre limpia y que pueda nacerle un cabello sano
En cuanto a los productos de limpieza, lo aconsejable es utilizar un champú suave que no irrite la piel ni produzca escozor de ojos y que no tenga un perfume excesivo que pueda molestar al bebé.
Es importante secar bien la cabeza con una toalla suave y evitar ponerle gorritos con el cabello húmedo.
Para peinarlo, lo ideal es utilizar un cepillo de cerdas suaves o un peine de púas anchas, cuando tenga un espesor y largura que haga que se enrede.
Costra láctea
La costra láctea o dermatitis seborreica es una enfermedad benigna de los recién nacidos consistente en la presencia de escamas gruesas de color blancuzco, amarillento o rojizo, localizadas preferentemente en el cuero cabelludo, también pueden localizarse en cejas y pestañas e incluso en otras zonas de la cara y cuello.
Suele aparecer en las primeras semanas de vida y desaparece poco a poco a las pocas semanas o meses. No es contagiosa ni indica falta de higiene o malnutrición.
No se sabe con seguridad cual es la causa de la aparición de la costra láctea, aunque los últimos estudios apuntan a que puede deberse a que las hormonas que el feto recibe de su madre al final de la gestación estimulan en exceso las glándulas sebáceas.
No hay tratamientos específicos para eliminarla, solo el lavado habitual con un ligero masaje con nuestros dedos para favorecer que las escamas se remuevan, pero nunca hay que intentar arrancarlas. En el caso de que la costra no desaparezca con el tiempo o afecte de manera más grave al bebé, será el pediatra quien pueda aconsejarnos sobre su tratamiento.
Si tienes cualquier duda sobre el cabello, no dudes en consultarnos.