La quimioterapia es uno de los tratamientos más frecuentes aplicados en el tratamiento del cáncer. Es un complejo de fuertes medicamentos diseñado para atacar las células cancerígenas pero que también puede atacar las células sanas, como es el caso de las células de la raíz capilar.
Por este motivo, la quimioterapia puede causar la pérdida del cabello de todo el cuerpo, no solo el de la cabeza sino también las cejas, pestañas y el vello corporal. La caída depende del tipo de quimioterapia que se aplica, ya que con algunos tipos no se produce caída, en unos casos es una caída parcial y en otros es total. También se puede producir picor o escozor en el cuero cabelludo.
Caída del cabello por quimioterapia
Es uno de los efectos que más afecta psicológicamente cuando se diagnostica cáncer a una persona, especialmente en el caso de las mujeres. Sin embargo, esta caída es temporal ya que el cabello se recupera cuando se termina el tratamiento.
Actualmente se están haciendo estudios para intentar evitar la caída del cabello como el uso de un tipo de gorros fríos que se ponen en la cabeza cuando el paciente está recibiendo la infusión de quimioterapia. El frío ralentiza el flujo de sangre que llega a los capilares y de esta manera impediría que el pelo se debilitara.
En cuanto a cuando comienza a caerse el cabello, también depende del tipo y cantidad del tratamiento de quimioterapia: puede empezar a los dos o tres días del primer ciclo, aunque lo más habitual es que comience después del segundo ciclo. Puede suceder de una forma repentina o puede ir cayéndose de forma paulatina, normalmente en mechones.
Generalmente, vuelve a crecer pasadas unas semanas después de haber terminado el tratamiento. En ocasiones el cabello que crece es diferente al que se tenía en cuanto a color y textura, aunque con el tiempo vuelve a tener el aspecto original.
Cuidados del cabello durante el tratamiento de quimioterapia
Ya hemos visto que la raíz del cabello se debilita, aún en caso de que no se caiga el cabello, y que el cuero cabelludo puede irritarse por lo tanto debemos usar productos adecuados que fortalezcan el cabello y no irriten. Para el secado, es preferible hacerlo al aire libre y evitar el uso de secadores o planchas térmicas y es conveniente usar toallas suaves y de tejidos naturales, como el algodón. No hay que olvidar proteger el cuero cabelludo del sol mediante protectores solares específicos y con el uso de gorras o pañuelos.
Si se utilizan pañuelos para cubrir la cabeza es mejor que sean de algodón suave y evitar los de fibras sintéticas que pueden irritar la piel. Lo mismo con los gorros y sombreros. En caso de utilizar pelucas, lo ideal es acudir a un centro especializado que pueda asesorarnos sobre la más adecuada y adaptarla a nuestro estilo y tamaño.
Después del tratamiento
Cuando termine el tratamiento, podemos ayudar a que el cabello crezca fuerte y sano con complejos vitamínicos, masajes y otros tratamientos específicos como ozono y laserterapia.
En nuestros centros podemos asesorarte sobre el tratamiento y productos adecuados, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
En el enlace de la AECC hay información sobre peluquerías y establecimientos especializados en pelucas y pañuelos oncológicos.